Giroux, H. (2001). El Capitalismo Global y la política de la
Esperanza Educada. Revista de Educación.
A finales de los años 70 se empezó a observar en el nuevo orden
social un crecimiento en el capital relacionada con la información y las
ideologías, la ética del consumo sustituyó a la ética del trabajo, y las
corporaciones de predominio estadounidense empezaron a adquirir una dimensión
global. Se define el término flexibilidad, donde se describe que nada es
seguro, nada es fijo, empezando por los trabajos temporales, la identidad
y la economía de mercado. Se separa el poder de la política, mostrando un
cambio en la naturaleza del estado. Esto provocó que una gran parte del poder mundial
no estuviera controlado por los Estados, si no por las corporaciones.
Dentro de algunos puntos negativos que se al atribuyeron a la
globalización en los noventas es que los discursos políticos tradicionales no
congeniaban con el desarrollo acelerado del capitalismo. Es por eso que nacen
las teorías criticas de la globalización, que trataban de hacernos ver la
explotación dado por la sociedad del consumo a causa del neoliberalismo. Según
los detractores de la globalización, la política en vez de estar centrada en el
bienestar de la población, sus intereses están orientados hacia el consumismo y
la privatización.
Un ejemplo claro de l globalización se
presenta en Estados Unidos, donde ya no es necesario el dominio de sus países
vecinos conquistando tierras, si no conquistando la ideología de los habitantes
de los otros países, conquistando su forma de vivir, al hacerlo, asegura el
consumo de sus empresas transnacionales y la perpetuidad del mundo
globalizado.
Ante esta situación,
no debemos desechar el pensamiento utópico, ya que gracias a él, podemos
analizar y criticar aquellos puntos característicos de la globalización que se
alejan del bienestar humano, y sobre todo, que no nos quedemos cruzados de
manos pensando que no hay otra forma de avance mas que la sociedad de consumo,
que no sucumbamos ante la idea de que no existe otra alternativa.
El problema al que
se encuentran los críticos, es que aún no han podido dilucidar cual seria la
solución para gobernar esta sociedad de consumo, de que manera estando en el
gobierno, se pudiera regular esta sociedad globalizante de manera que su
prioridad sea el bienestar de la población, y no el bienestar de las
corporaciones transnacionales.
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